La vergüenza en los TCA y cómo atravesarla con compasión
- alimentandoemocion
- 30 jun
- 3 Min. de lectura
Hay emociones que pueden ser difíciles de nombrar, que se pueden sentir como una sombra que nos sigue a todos lados, una de ellas es la vergüenza. En el camino de los pacientes con un Trastorno de la Conducta Alimentaria, la vergüenza suele aparecer en silencio, en pensamientos que hacen dudar sobre su valor, cuando surge el temor a ser juzgados por lo que sienten y en momentos en los que algunas personas esconden lo que comen, su cuerpo o su malestar.
¿Por qué es común en los pacientes con TCA?
Las personas con TCA suelen enfrentarse a estándares de belleza irreales mensajes de dieta disfrazados de “salud” y juicios constantes sobre su cuerpo. Pero no solo es el cuerpo, también pueden sentir vergüenza por sus pensamientos, emociones o incluso por necesitar ayuda.
La vergüenza puede convertirse en un factor que sostiene y prolonga los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Es una emoción que, en lugar de abrir puertas, las cierra: dificulta pedir ayuda, mostrar vulnerabilidad o sentirse merecedor/a de bienestar y acompañamiento.
Entonces, ¿cómo lidiar con la vergüenza?
Algo muy útil para lidiar con la vergüenza es la autocompasión, cultivarla puede disminuir de manera significativa la vergüenza en personas con TCA. Además, fortalece el deseo de cuidarse y ayuda a sentirse más conectado y constante con el proceso de recuperación.
Practicar la autocompasión puede parecer retador, especialmente si has vivido con una voz crítica interna por mucho tiempo. Pero sí es posible, y se puede comenzar con pasos pequeños y amables:
· Observa tu diálogo interno. ¿Te hablas como le hablarías a alguien que amas? La autocompasión suaviza la vergüenza y te recuerda que atravesar algo difícil, no te hace menos valioso/a.
· Habla de lo que sientes. Nombrar la emoción ya es dar un paso adelante y cuando lo compartes con una persona que escucha con empatía, comienza a perder fuerza.
· Acércate a alguien que pueda ayudarte a sanar: Buscar apoyo profesional y un espacio terapéutico seguro puede ayudarte a explorar esa vergüenza y convertirla en compasión, confianza y fuerza.
Recuerda que no tienes que ocultarte ni atravesar por esto solo/a. Sentir vergüenza no significa que haya algo malo en ti. Al contrario, es una señal de que hay algo que necesita cuidado, comprensión y acompañamiento. Buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino un acto profundo de amor hacia ti mismo/a.
Y sobre todo, recuerda esto: no estás “roto/a”, estás en proceso que merece respeto, paciencia y mucho cariño. Tener un TCA no te define, eres mucho más que lo que estás atravesando. Eres una persona valiente, digna de cariño, de acompañamiento y de una vida plena, libre de cargas que no te corresponden.
Elaborado por: Irlanda Iremar Parra Cota.
Estudiante de psicología en la Universidad Anáhuac Puebla, con un profundo interés en la psicología clínica. Apasionada por explorar los complejos caminos de la mente humana y por el estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Su motivación radica en el deseo de comprender y ayudar a quienes enfrentan estos desafíos, buscando mejorar la relación con su cuerpo y alimentación, y transformando creencias dañinas para fortalecer su bienestar emocional.
Referencias:
López, V. (2025, 14 febrero). Vergüenza en trastornos alimentarios: ¿Cuál es su influencia? NeuroClass. https://neuro-class.com/verguenza-en-trastornos-alimentarios-cual-es-su-influencia/#:~:text=La%20verg%C3%BCenza%20tiene%20un%20rol,esta%20emoci%C3%B3n%2C%20demostraran%20ser%20eficaces
Del Rosal, M. (s. f.). Autocosificación y problemas de conducta alimentaria en mujeres: una revisión sistemática. Universidad de Granada. https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/78303/TFG%20Mar%C3%ADa%20del%20Rosal.pdf?sequence=3&isAllowed=y





Comentarios