El cuerpo que habito, el cuerpo que evito
- alimentandoemocion
- 6 ago
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Actualizado: 8 sept
Me veo al espejo, pero no soy yo. Me pruebo ropa, pero nada se siente bien. No es solo mi cuerpo… es como si no pudiera habitarme... ¿te ha pasado también?.
Cualquier persona que ha acompañado de cerca a alguien con algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), o lo han vivido en carne propia, saben que no se trata solo de comida, peso o calorías. La batalla realmente radica en un terreno más íntimo como lo es el cuerpo. Un cuerpo que, lejos de sentirse propio, se vuelve extraño, ajeno, incluso enemigo.
En muchos TCA, el cuerpo se transforma en un escenario de combate. No solo se rechaza por su apariencia, sino por lo que significa a nivel emocional y simbólico. La feminidad, las expectativas sociales, la sexualidad, la adultez y la mirada de los demás, son algunas de las dimensiones de la identidad que se viven a través del cuerpo, convirtiéndolo así en una carga difícil de sostener. Es por esto que para muchas personas viviendo con un TCA perder peso no es solo una meta estética, sino una forma inconsciente de huir del cuerpo vivido como sexual o vulnerable. De ahí que en la mayoría de las historias clínicas se identifique una evitación profunda de la feminidad, del placer o de los cambios corporales naturales asociados a la pubertad.
La desconexión corporal va más allá de no agradarse físicamente, se manifiesta a través de lo cotidiano. Vestirse puede convertirse en una experiencia angustiante, pues la ropa puede molestar o sentirse incómoda. Muchas personas optan por usar prendas holgadas, sueltas y neutras que no marquen su cuerpo y que lo disimule. Algunas otras incluso evitan cambiarse frente al espejo, o también el contacto de ciertas telas con la piel, pues este se vuelve insoportable. De igual manera, el reflejo en el espejo deja de ser real, revelando una imagen corporal distorsionada, acompañada de rechazo e hipervigilancia hasta llegar al punto de preferir evitar mirar esa proyección amenazante. Similarmente, la sexualidad también se ve afectada, generando conflictos o ausencia total de esta. No porque falte deseo, sino porque el cuerpo deja de ser una vía para sentir, explorar o disfrutar. Poco se habla de la vergüenza que existe ante la idea de ser tocadas/os o de la desconexión total durante los encuentros sexuales, como si “no estuvieran ahí”. Inclusive, para muchas personas menstruantes, la menstruación puede sentirse invasiva, como señal de algo que no quieren aceptar o habitar. Hay constante malestar con sus curvas, senos o caderas, pues representan una identidad que no se sienten capaces de habitar y vivir con seguridad y firmeza.
Con todo lo dicho, seguramente te estarás preguntando por qué ocurre esto con el cuerpo y la identidad personal... pues, desde una mirada psicoanalítica, a veces, cuando algo no se puede poner en palabras, el cuerpo se convierte en el mensajero. Ese cuerpo que hoy se rechaza, es también uno que en la infancia no fue lo suficientemente mirado, cuidado o nombrado. Es así como el cuerpo se vuelve el medio para la búsqueda de identidad.
En este sentido, la reconexión con el cuerpo no ocurre de un día para otro. Es un proceso profundo, constante y valiente que implica volver a sentir, no solo ver. Reaprender a habitar el cuerpo desde lo sensorial: como realizar movimiento que se disfrute, la respiración, la música, el contacto... es un trayecto que invita a nombrar la historia que se esconde detrás de los síntomas, pues el rechazo muchas veces esconde una vida silenciada de dolor, miedo o necesidad de control. Todo esto implica navegar con respeto lo que toca enfrentar. No se trata de imponer respuestas ni caminos, sino de acompañar para descubrir qué es lo que se quiere, se teme o se rechaza en cada experiencia.
Ahora bien, desde esta comprensión integral, emerge una necesidad fundamental de reconocer: reconectar con el cuerpo no es fácil, pero tampoco imposible. En un mundo que insiste en hablar del cuerpo como un objeto que debería ser “perfecto”, hay que vivirlo como un espacio de experiencia y contacto con el mundo, un acto de resistencia y de amor. Acompañar a alguien con un TCA o vivir con uno no es solo reducir su sufrimiento a cifras o hábitos alimenticios, sino a preguntarse qué está sintiendo el cuerpo y qué ha vivido en él para sentir tanto rechazo e inseguridad el día de hoy. A veces, la recuperación comienza cuando dejamos de pelear con el cuerpo y comenzamos a escucharlo con ternura y compasión, así como al ofrecer lugares seguros en comunidad para hablar y sanar en conjunto.
Elaborado por: Tamara Rebolledo.
Egresada de Psicología Clínica por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Le apasiona comprender y acompañar desde un lente contextual, crítico y
compasivo.
A lo largo de su formación académica, ha centrado su interés en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Centrada en entender cómo el cuerpo, el control y el síntoma se relacionan con la historia de cada persona, con sus vínculos y con aquello que el contexto social les ha exigido o negado.
Su objetivo es abrir espacios terapéuticos donde las personas puedan habitarse con autenticidad, dignidad y compasión. Está convencida de que la psicología es valiosa porque permite sostener, nombrar y transformar aquello que a veces duele en silencio. Y es precisamente en ese espacio donde comienza la verdadera sanación.
Referencias:
Antequera, M. M., Di Biase, G., & Romero, P. (2023). Anorexia: fracaso de la función paterna. Visión conexa al deseo del otro. En XV Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. XXX Jornadas de Investigación. XIX Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. V Encuentro de Investigación de Terapia Ocupacional. V Encuentro de Musicoterapia. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.
Harari, D. (2021). Hablando a través de la comida. SPM: Un lugar de encuentro, donde se hace y se enseña psicoanálisis. https://spm.mx/2018/hablando-a-traves-de-la-comida/
Ledesma, C. G. T. (2021). Relación entre los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y los ideales de belleza femenina. Revista Scientific, 6(22), 38–55.
Thapliyal, P., Hay, P., & Conti, J. (2018). Role of gender in the treatment experiences of people with an eating disorder: A metasynthesis. Journal of Eating Disorders, 6(1), 18. https://doi.org/10.1186/s40337-018-0207-1





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